lunes, 15 de abril de 2019

SOBRE MIS GENTES

Sobre mis gentes

Un alto, durante la Semana Santa, "El Paseíllo", la tertulia del miércoles de TelePriego.

Rafael Campaña, Rafael Vilas, Paco Serrano y Rafael Cobo 
Estos ratos de tertulia, no solo me están divirtiendo mientras echo un rato de charla con mis paisanos. También me están haciendo reflexionar sobre los aspectos de la vida cotidiana de las gentes de mi pueblo: las tradiciones, la formas de relacionarse, las fobias y las filias, esa cosas que, cuando venía solo de visita, me pasaban desapercibidas y ahora estoy descubriendo.

Escena de "El Prendimiento". Auto sacramental de el miércoles santo 
De entre las tradiciones, las más llamativas son las de raíz religiosa; no en vano desde el edicto de 1502 y aun considerando el corto paréntesis de la II República, únicamente pudo practicarse el cristianismo católico en su forma más ortodoxa, dando inicialmente y hasta la abolición de la inquisición por las Cortes de Cádiz el 28 de febrero de 1813, no solo a la conversión forzosa de los practicantes de otras prácticas religiosas, sino también a la persecución de cualquier práctica que pudiera ser de dudosa procedencia no católica para poder vivir en España. Esto ha hecho que sean las cofradías las organizaciones que han perdurado como elementos de expresión tanto religiosa como cultural de Priego de Córdoba y la Semana Santa su semana más grande.

Los Adarves; balcón que rodea La Villa de Priego sobre la Vega.
Otra de las características más llamativas de los prieguenses, y tienen muchas razones para ello, es lo orgullosos que están de su pueblo y la amabilidad de sus gentes. La limpieza y ornamentación de las calles, la recuperación de espacios públicos y la restauración de monumentos, así como las mejoras en las vías de comunicación son una de sus preocupaciones más importantes. Continuamente podemos ver como pasean por nuestras calles grupos de turistas que llenan terrazas y tabernas. y el que esos visitantes pernocten en nuestro pueblo, se sientan bien atendidos y vuelvan, preocupa a los prieguenses y por ello se esfuerzan, confiando que el turismo pueda ser una fuente de ingresos seguros que de alguna forma palíe la crisis económica que el cierre de industrias de confección dejó en la ciudad.

Poco a poco iré contando desde estas páginas mis impresiones y mi adaptación al vivir y convivir con mis gentes. Por ahora, cada día que pasa me siento más a gusto entre ellos. Espero, por mi parte, no defraudar la confianza y el cariño que diariamente recibimos de ellos Carmen y yo. 

Priego de Córdoba, 15 de abril de 2019

miércoles, 2 de enero de 2019

A TOQUE DE CAMPANA

A toque de campanas

Propósito para el nuevo año 2019: Escribir en mi blog.

Y aquí estoy, todo sea por si alguna vez, esto de cumplir un propósito por año nuevo valiera para algo.

El deseo de Carmen y mío era venirnos a vivir a Priego cuando nos jubiláramos y ya este es el segundo año que comenzamos en nuestra casa de Priego.

A finales de noviembre de 2016 pedí la jubilación, anticipando un año ésta y para primeros de mayo de 2017 ya estábamos instalados en Priego. Para nuestra suerte, mi hermano Antonio y mi cuñada habían encontrado un piso en la calle de San Francisco, a escasos metros del compás y la iglesia donde pasé mi infancia y desde donde partimos hacia Madrid un noviembre de 1966; casualidades de la vida, que pasados cincuenta años, volviera a mi antiguo barrio tan cerca de mi primer hogar.

Las campanas, ya del templo de San Francisco, la más cercana de la ermita de La Aurora, siempre las inmensas de la torre de la Asunción (Cuatro enormes campanas que tañen echadas al vuelo acompañadas de tres o cuatro campaniles en repique incesante) e incluso los toque de las más alejada de la iglesia de el Carmen, tocan durante el día llamando a misa, a funeral u otros toques litúrgicos. Por el contrario, los toques de horas del reloj del Ayuntamiento, siempre fuera de hora, con el minutero, unas veces adelantado y las más perseguido por el seco sonido de su única campana, marca su toque solitario fuera de la atención de los prieguenses. Pareciera que fueran las campanas el símbolo acústico de la vida de mi pueblo; en tantos años de idas y venidas desde Madrid a Priego, no había reparado en el abismo entre la forma de convivencia que hay entre mis dos ciudades; Priego, la de mi origen y mi actual residencia en Madrid, Móstoles, mi otro hogar.

A diferencia de Madrid, donde la convivencia es absolutamente laica, la convivencia en Priego, hasta en los más ínfimos aspectos, tengo la impresión que esta impregnada de liturgia del más rancio sabor católico. Es extraño el día que no me cruce con una procesión, rosario o niños y jóvenes en ruidoso ensayo de tambores o trompetas. Las conversaciones, actos culturales, música, conferencias o incluso este año que es Año Jubilar del Nazareno de Priego, incluso algunas etiquetas del preciado aceite de oliva virgen extra de Priego de Córdoba, pueden encontrarse con la fotografía de la venerada imagen.

Por otra parte, el Patronato Niceto Alcalá-Zamora y Torres, dedicado al que fuera el primer presidente de la II República de España, los Amigos de la Biblioteca de Priego, la Asociación de Jazz o la realización de actos académicos, como por ejemplo el que hemos podido disfrutar este año, organizado por la Universidad de Sevilla (I Congreso Internacional de Comunicación y Filosofía), son islas de pensamiento laico, dentro de toda una sociedad impregnada de ritos católicos tan diferente a la que he vivido hasta ahora en Madrid, prácticamente sin ellos.

Lo que no puedo negar es que mi pueblo, Priego, tiene un cúmulo de atractivos que hacen muy agradable la convivencia y el día a día.

Ya iré contando en este blog estas vivencias y otras que vayan surgiendo.

Hasta entonces, feliz 2019.

Salud a todos. Sed felices.


Priego de Córdoba, 2 de enero de 2019